Buenas tardes a todos:
Antes de nada, si me lo permiten, me gustaria leerles algo:
“Desde que tuve conciencia de mi identidad......”
Lo firma un tal Martín Silenus, viejo poeta que vivía en la ciudad de los poetas de Hyperion....
Aunque si he de serles sincera, yo creo que esa firma tiene trampa....
Verán Vds., cuando Santiago Solano me pidió que le presentara hoy y aquí, e incluso añadió... “y que seas tú”... me sobrevinieron todo tipo de sentimientos, porque entre otras cosas les confieso que es la primera vez que lo hago….
El primero fue un miedo atroz y las ganas de decirle a Santiago que se equivocaba de persona y que a buen seguro le iba a dejar muy mal, (éste lo superé con esa sonrisa tan suya, que aparenta ironía y sin embargo tiene mucho que ver con la bondad).
Después comencé a dar vitaminas a mi ego, hasta el punto de sentirme bien, al pensar que podía hacerlo.
Pero les aseguro que no lo he dejado crecer tanto, como para intentar siquiera
hacer una crítica literaria a Santiago.
En primer lugar, porque mi osadía no llega a tanto
y después porque, tras leer su libro –que, por cierto, ahora sé que ha sido su mejor regalo-, no es ese el camino que deseo seguir en esta presentación.
Santiago lejos de la eterna polémica en torno a la frontera entre poesia y prosa -asegurada siempre que él esté en medio- (y además… le gusta provocarla). por encima de todo es.... un HACEDOR DE PALABRAS.
Le gusta jugar con sus lectores. Nos pone a prueba y hace que ejercitemos la memoria y hasta el google para encontrar el “omega de las cosas”,como él de alguna forma define la conjugación del amor y la palabra.
Es un erudito e instructor desinteresado que goza con ese juego de la mente o el intelecto de “su gente”.
Un sádico encantador que “te lleva entre renglones a su antojo”:
Juega incluso con el tipo de letra, dejando al aire una negación nostálgica hacia la vida...
Juego también con los números, hasta el punto haber conseguido que me pasara casi media hora –calculadora en mano- en hacer todas las operaciones que me venían a la cabeza, para intentar descifrar el significado de los títulos de los cuatro poemas que componen el segundo canto de EL CORONEL CASSAD.
Mi semi-desequilibrio llegó a tal, que llegué incluso a encontrar un perfecto ciclo anual en el que titula “54 + 19 x 5” (ya les adelanto que dá 365, por si se les ocurre hacerlo) y una vez me dí por vencida, fué cuando pude entender que los números eran la cantidad exacta de palabras que contenían cada estrofa…. la métrica en este caso no estaba en las sílabas....
Pero ahí no terminó todo, porque en el canto tercero, tras leer la cita de otro tal Orphu de Mahmnut, que dice algo así como: “Alguien o algo está jugueteando con mundos, quizás con universos enteros… Es como si nuevos mundos intentaran cobrar existencia… “, llegué a pensar -y por favor, no se me rían ¿vale?- que tal vez me había elegido a mí para presentarle, porque debía haber alguna conexión de él conmigo en otra vida. en serio!!!!
Sin comentarios…
En fín,
Podría seguir con ese “Cumpleaños” que aparece en su cuarto libro, con octosílabos rimados que camufla entre aparentes relatos breves.
O de la Vara Espantaperros que, dos poemas después, en EL LEON AFRICANO DE BURUJON, descubres con emoción que aún no había terminado y es entonces cuando entiendes gran parte de lo que habías leído antes.. eso sí,volviendo atrás de nuevo, es decir, consigue incluso marcar el ritmo de la lectura y si se te había pasado por la imaginación acelerar, porque te esperan para ir al cine, olvídate de ello….
“Se ordenaban las palabras, que se sacaban cuando había que hablar en nombre de EL ALCAUDON”, escribe el autor en EL OMEGA DE LAS COSAS…
De alguna forma se sitúa tras su libro, examinando al lector, como ese Alcaudón “Dios de la Observación” pero con una pequeña diferencia sobre él:
en SANTIAGO… siempre impera el bien sobre el mal.
Podría seguir hablando largo rato de todo aquello que me ha hecho disfrutar como una niña con un mecano; al leer el libro de Santiago; pero no quiero destripárlo más y así dejar a su lectura ingenua la sorpresa de cada página, para que gocen igual que yo con esta especie de mago, que no para de sacar “conejos de su chistera”.
Solo unas sugerencias más:
No se pierdan LA DAMA BLANCA….aquella que hace que la luz alumbre, el corazón lata, la hierba crezca….SU MAS FIEL ADMIRADORA… SU DAMA
y tampoco se pierdan ese paseo por los recuerdos que le han dejado huella en su “Apendice Internáutico”, que se inicia con una deliciosa SOPA DE MENTIRA en honor de su prima Reme y termina con el último juego de Santiago: Esos tres últimos “relatos, con versos”
Y Ahora… creo que lo mejor será dejarles que disfruten del verdadero motivo de esta cita, que es escuchar a nuestro querido amigo Santiago “Silenus”…. ¡Uy perdón!... quise decir “Solano”
Antes de nada, si me lo permiten, me gustaria leerles algo:
“Desde que tuve conciencia de mi identidad......”
Lo firma un tal Martín Silenus, viejo poeta que vivía en la ciudad de los poetas de Hyperion....
Aunque si he de serles sincera, yo creo que esa firma tiene trampa....
Verán Vds., cuando Santiago Solano me pidió que le presentara hoy y aquí, e incluso añadió... “y que seas tú”... me sobrevinieron todo tipo de sentimientos, porque entre otras cosas les confieso que es la primera vez que lo hago….
El primero fue un miedo atroz y las ganas de decirle a Santiago que se equivocaba de persona y que a buen seguro le iba a dejar muy mal, (éste lo superé con esa sonrisa tan suya, que aparenta ironía y sin embargo tiene mucho que ver con la bondad).
Después comencé a dar vitaminas a mi ego, hasta el punto de sentirme bien, al pensar que podía hacerlo.
Pero les aseguro que no lo he dejado crecer tanto, como para intentar siquiera
hacer una crítica literaria a Santiago.
En primer lugar, porque mi osadía no llega a tanto
y después porque, tras leer su libro –que, por cierto, ahora sé que ha sido su mejor regalo-, no es ese el camino que deseo seguir en esta presentación.
Santiago lejos de la eterna polémica en torno a la frontera entre poesia y prosa -asegurada siempre que él esté en medio- (y además… le gusta provocarla). por encima de todo es.... un HACEDOR DE PALABRAS.
Le gusta jugar con sus lectores. Nos pone a prueba y hace que ejercitemos la memoria y hasta el google para encontrar el “omega de las cosas”,como él de alguna forma define la conjugación del amor y la palabra.
Es un erudito e instructor desinteresado que goza con ese juego de la mente o el intelecto de “su gente”.
Un sádico encantador que “te lleva entre renglones a su antojo”:
Juega incluso con el tipo de letra, dejando al aire una negación nostálgica hacia la vida...
Juego también con los números, hasta el punto haber conseguido que me pasara casi media hora –calculadora en mano- en hacer todas las operaciones que me venían a la cabeza, para intentar descifrar el significado de los títulos de los cuatro poemas que componen el segundo canto de EL CORONEL CASSAD.
Mi semi-desequilibrio llegó a tal, que llegué incluso a encontrar un perfecto ciclo anual en el que titula “54 + 19 x 5” (ya les adelanto que dá 365, por si se les ocurre hacerlo) y una vez me dí por vencida, fué cuando pude entender que los números eran la cantidad exacta de palabras que contenían cada estrofa…. la métrica en este caso no estaba en las sílabas....
Pero ahí no terminó todo, porque en el canto tercero, tras leer la cita de otro tal Orphu de Mahmnut, que dice algo así como: “Alguien o algo está jugueteando con mundos, quizás con universos enteros… Es como si nuevos mundos intentaran cobrar existencia… “, llegué a pensar -y por favor, no se me rían ¿vale?- que tal vez me había elegido a mí para presentarle, porque debía haber alguna conexión de él conmigo en otra vida. en serio!!!!
Sin comentarios…
En fín,
Podría seguir con ese “Cumpleaños” que aparece en su cuarto libro, con octosílabos rimados que camufla entre aparentes relatos breves.
O de la Vara Espantaperros que, dos poemas después, en EL LEON AFRICANO DE BURUJON, descubres con emoción que aún no había terminado y es entonces cuando entiendes gran parte de lo que habías leído antes.. eso sí,volviendo atrás de nuevo, es decir, consigue incluso marcar el ritmo de la lectura y si se te había pasado por la imaginación acelerar, porque te esperan para ir al cine, olvídate de ello….
“Se ordenaban las palabras, que se sacaban cuando había que hablar en nombre de EL ALCAUDON”, escribe el autor en EL OMEGA DE LAS COSAS…
De alguna forma se sitúa tras su libro, examinando al lector, como ese Alcaudón “Dios de la Observación” pero con una pequeña diferencia sobre él:
en SANTIAGO… siempre impera el bien sobre el mal.
Podría seguir hablando largo rato de todo aquello que me ha hecho disfrutar como una niña con un mecano; al leer el libro de Santiago; pero no quiero destripárlo más y así dejar a su lectura ingenua la sorpresa de cada página, para que gocen igual que yo con esta especie de mago, que no para de sacar “conejos de su chistera”.
Solo unas sugerencias más:
No se pierdan LA DAMA BLANCA….aquella que hace que la luz alumbre, el corazón lata, la hierba crezca….SU MAS FIEL ADMIRADORA… SU DAMA
y tampoco se pierdan ese paseo por los recuerdos que le han dejado huella en su “Apendice Internáutico”, que se inicia con una deliciosa SOPA DE MENTIRA en honor de su prima Reme y termina con el último juego de Santiago: Esos tres últimos “relatos, con versos”
Y Ahora… creo que lo mejor será dejarles que disfruten del verdadero motivo de esta cita, que es escuchar a nuestro querido amigo Santiago “Silenus”…. ¡Uy perdón!... quise decir “Solano”
1 comentario:
Una vez más, mi querido Santiago "Silenus", gracias por haberme dado el placer de presentarte y así disfrutar ,en toda su extensión, de tu mejor "Tratado".
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